En una sociedad globalizada, los medios de comunicación pueden desempeñar un papel esencial al servicio de la humanidad.Y los cristianos están invitados a comprometerse según la vía que propone la Doctrina Social de la Iglesia, al servicio del bien común.
Ésta es la opinión de monseñor Philippe Ouedraogo, Arzobispo de Ouagadougou, en Burkina Faso.
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Los hombres de los medios de comunicación, sobre todo los católicos, deben tener en cuenta su fe en su profesión. Es un aerópago, una evangelización. Son enviados en misión a los medios de comunicación a través de los medios de comunicación, a través de lo que hacen. De ahí la necesidad -como nosotros decimos- de evangelizar para que verdaderamente podamos alcanzar el objetivo final, que es el bien de la humanidad, el bien del hombre, el hombre creado para vivir digno y feliz.La esperanza del presidente de la Conferencia Episcopal de Burkina Faso y del Niger se contrapone, sin embargo, a una realidad muy presente en África: un imperialismo mediático ocidental que se opone a los valores defendidos por la Iglesia.Los medios de comunicación tienen mucho poder, África es muy débil en este nivel y tenemos la impresión de que un cierto lobby, yo diría un cierto imperialismo del pensamiento único se impone cada vez más y más.
No llegamos a identificar las agendas ocultas, las sociedades secretas que lo manipulan todo. No obstante, nosotros los pobres, los débiles, los pequeños, tenemos la impresión de querer imponernos, de querer crear una sociedad diferente a aquella en la que vivimos, una en la que desearíamos vivir, sobre todo, a partir del Evangelio, a partir de Cristo, que es nuestra primera referencia.
Frente a este desafío, el compromiso de la comunidad católica en los medios es aún más esencial. La falta de medios a los cuales las iglesias africanas deben hacer frente representa, sin embargo, un límite a este compromiso.
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