Os continuo contando mis experiencias, que os gusta conocer y a mi misma me enriquece, el poderlas compartir.
En mi primer “Vía-crucis” en Materi el primer viernes de Cuaresma participaron muchísima gente: niños ( sobre todo), jóvenes, adultos, ancianos (menos). Todos dispuestos a acompañar a Jesús en su camino hacia la cruz…Las catorce estaciones alrededor de la misión, ( las 6’30 de la tarde a 40 grados). Una gran cruz presidía la oración y cual es mi sorpresa, que todas las estaciones se hacen de rodillas “caigas donde caigas”: tierra, piedras, espinos… Mi “vergüenza” al ver que a la tercera estación ya me quedé de pie (con las rodillas doloridas por las piedras). La gente como si nada, los niños, los mayores…todo el mundo resistió sus catorce estaciones sin quejarse en absoluto y con una gran devoción.¡ Que diferencia con mis vía-crucis anteriores! Ellos están habituados al dolor, esfuerzo, calor…
Otro viernes celebré el Vía- crucis ó camino de la cruz, como aquí le llaman en otro pueblo, en el que nunca se había hecho; ellos no sabían lo que era…¡ Qué emoción sentir que las palabras de Cristo rompían el aire, virgen de Evangelio! ¡ Qué alegría sentir cómo esas sencillas personas escuchaban y vivían por primera vez, este sencillo pero profundo acto religioso.
La gente de este pueblo a través de las catequesis semanales, van aprendiendo las verdades de la fe. La vida de Jesús… en resumen el Evangelio. Sorprende ver gente adulta y mayor que no saben ni hacer la señal de la cruz; algo tan usual para nosotros, pero que a su vez llenan estas señales de vida y significado, que tal vez para nosotros ya tan habituados a hacerlas, carecen de esa novedad y vivencia.
Os deseo a todos una buena cuaresma y una plena RESURRECCION
En mi primer “Vía-crucis” en Materi el primer viernes de Cuaresma participaron muchísima gente: niños ( sobre todo), jóvenes, adultos, ancianos (menos). Todos dispuestos a acompañar a Jesús en su camino hacia la cruz…Las catorce estaciones alrededor de la misión, ( las 6’30 de la tarde a 40 grados). Una gran cruz presidía la oración y cual es mi sorpresa, que todas las estaciones se hacen de rodillas “caigas donde caigas”: tierra, piedras, espinos… Mi “vergüenza” al ver que a la tercera estación ya me quedé de pie (con las rodillas doloridas por las piedras). La gente como si nada, los niños, los mayores…todo el mundo resistió sus catorce estaciones sin quejarse en absoluto y con una gran devoción.¡ Que diferencia con mis vía-crucis anteriores! Ellos están habituados al dolor, esfuerzo, calor…
Otro viernes celebré el Vía- crucis ó camino de la cruz, como aquí le llaman en otro pueblo, en el que nunca se había hecho; ellos no sabían lo que era…¡ Qué emoción sentir que las palabras de Cristo rompían el aire, virgen de Evangelio! ¡ Qué alegría sentir cómo esas sencillas personas escuchaban y vivían por primera vez, este sencillo pero profundo acto religioso.
La gente de este pueblo a través de las catequesis semanales, van aprendiendo las verdades de la fe. La vida de Jesús… en resumen el Evangelio. Sorprende ver gente adulta y mayor que no saben ni hacer la señal de la cruz; algo tan usual para nosotros, pero que a su vez llenan estas señales de vida y significado, que tal vez para nosotros ya tan habituados a hacerlas, carecen de esa novedad y vivencia.
Os deseo a todos una buena cuaresma y una plena RESURRECCION
SOR MARTA