
Hace un año y medio que vivo en Barcelona después de pasar casi 30 años como misionera en Benin. Ya se pueden imaginar que el cambio no ha sido, ni es fácil. Hay muchas cosas que me llaman la atención y que aún me llenan de admiración- ¡El mundo cambia tan rápido!
Pero lo que me escandaliza de verdad, es la “ropa” de los animales. No llego...