¿LO SABEMOS TODO?
Muchas personas dicen que no tienen nada que dar porque son pobres. Todos sabemos que aunque seamos muy pobres tenemos mucho que ofrecer: lo peor es estar convencido de lo contrario y con esta actitud no se sale nunca del agujero en que están metidas.
Han llegado a casa estos días y grupo de 21 jóvenes europeos. Chicos y chicas entre 18-21 años que viven con comodidades y sin demasiados problemas. Venían con la condición que iban a dormir en dormitorios comunes (separados, se entiende), utilizar letrinas, ducharse con agua del pozo, cocinar con leña….en fin, tal como las personas de aqui viven cada día.
Al llegar a Materi a las 11 de la noche, el drama. Noche oscura, sin luz, sin saber donde estaban. Todo les impresiono y cuando vieron el pozo se acostaron sin lavarse después de un viaje de 14 horas… ¡Como se sentirían!
Por la mañana no sabían por dónde empezar a mover el rulo que permite al cubo del pozo subir y bajar. Tuvieron que pedir ayuda a nuestras niñas que les miraban entre asombradas y divertidas por su ignorancia. Las dos más pequeñas, que justo saben escribir las vocales les hicieron una demostración de cómo se sacaba agua del pozo. ¡Un problema para los blancos!
Esta tarde en el recreo cada niña ha explicado su problema de haber sido cambiada, con un aplomo y una serenidad que los mayores no podían comprender. Estaban emocionadas de hablar “a los blancos” de sus cosas, pero a la vez sentían el respeto y la admiración de estos.
Más tarde he estado un rato con ellas y las he hecho ver como todos podemos enseñar y dar algo. Nadie ‘sabe todo’. En estos días ellas son las que dominan la situación en las tareas domésticas y tienen que enseñar a los blancos como se enciende el fuego sin quemarse.
Creo que estas chicas que se creían inferiores han comprendido que no lo son tanto. Hay que tener la oportunidad de aprender y de dejarse enseñar. Siempre se puede aprender de alguien y compartir lo que sabes porque en el mundo todos nos necesitamos.
Os aseguro que la estima personal de nuestras chicas de 12-14 años ha crecido mucho en estos días de convivencia con los pequeños blancos.
Siempre tenemos algo que aprender… ¿verdad?
Un fuerte abrazo
Encarnación
Muchas personas dicen que no tienen nada que dar porque son pobres. Todos sabemos que aunque seamos muy pobres tenemos mucho que ofrecer: lo peor es estar convencido de lo contrario y con esta actitud no se sale nunca del agujero en que están metidas.
Han llegado a casa estos días y grupo de 21 jóvenes europeos. Chicos y chicas entre 18-21 años que viven con comodidades y sin demasiados problemas. Venían con la condición que iban a dormir en dormitorios comunes (separados, se entiende), utilizar letrinas, ducharse con agua del pozo, cocinar con leña….en fin, tal como las personas de aqui viven cada día.
Al llegar a Materi a las 11 de la noche, el drama. Noche oscura, sin luz, sin saber donde estaban. Todo les impresiono y cuando vieron el pozo se acostaron sin lavarse después de un viaje de 14 horas… ¡Como se sentirían!
Por la mañana no sabían por dónde empezar a mover el rulo que permite al cubo del pozo subir y bajar. Tuvieron que pedir ayuda a nuestras niñas que les miraban entre asombradas y divertidas por su ignorancia. Las dos más pequeñas, que justo saben escribir las vocales les hicieron una demostración de cómo se sacaba agua del pozo. ¡Un problema para los blancos!
Esta tarde en el recreo cada niña ha explicado su problema de haber sido cambiada, con un aplomo y una serenidad que los mayores no podían comprender. Estaban emocionadas de hablar “a los blancos” de sus cosas, pero a la vez sentían el respeto y la admiración de estos.
Más tarde he estado un rato con ellas y las he hecho ver como todos podemos enseñar y dar algo. Nadie ‘sabe todo’. En estos días ellas son las que dominan la situación en las tareas domésticas y tienen que enseñar a los blancos como se enciende el fuego sin quemarse.
Creo que estas chicas que se creían inferiores han comprendido que no lo son tanto. Hay que tener la oportunidad de aprender y de dejarse enseñar. Siempre se puede aprender de alguien y compartir lo que sabes porque en el mundo todos nos necesitamos.
Os aseguro que la estima personal de nuestras chicas de 12-14 años ha crecido mucho en estos días de convivencia con los pequeños blancos.
Siempre tenemos algo que aprender… ¿verdad?
Un fuerte abrazo
Encarnación
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