
Hace 26 años, cuando llegamos a Materi no había agua corriente; íbamos cada noche a la fuente con bidones. No había electricidad; Enchufábamos a la batería del 2CV un tubo de neón. Al anochecer, con el cielo saturado de estrellas, un silencio sagrado reinaba en el poblado, roto a veces por los lejanos tambores que celebraban una fiesta. Y…...