
Cuando vives en un país extranjero, aunque te sientas bien, a gusto y con paz, siempre se echa de menos « algo ». Basta oír a lo lejos una palabra en tu idioma para que estires la cabeza y ver de donde proviene esa voz que te habla de la Patria.En nuestra diócesis hay varias religiosas de habla hispana y de distintos países. Cuando nos encontramos,...