
Para comer pescado siempre me pongo las gafas para ver bien las espinas. Estaban a mi lado, sobre la mesa. Me las pongo y...están sucias. Las limpio y sigo viendo borroso. Vuelvo a limpiarlas y..Nada claro... Se lo comento a las monjas y una me dice: “Eso es el cansancio que tienes”. Bueno, paciencia. Comí el pescado con cuidado y no me trague...